miércoles, 22 de julio de 2009

Mañana azul


Todo el azul de junio esta mañana,

toda la luz y estas horas eternas de blancura.

El silencio de las cosas invitan a callar,

a detenerse quedo en cada sombra.

Ni un solo pájaro rompe el aire,

ni una pisada quiebra la calma ensimismada.

La dulce claridad pone halo en los árboles

y en esa nube solitaria que se deshace en la distancia.

Quizás baste tan sólo soñar estos instantes

para que se manifieste el milagro de ser libres,

libres al fin, con la verdad a solas.

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